Un determinado porcentaje de casos, dependiendo la industria o giro de su negocio, tendrá que resolverse mediante la cobranza judicial.
Por lo tanto, hay asuntos donde ésta instancia es la única opción, y debe agotarse.
Es el medio ideal para litigar un asunto cuyo objetivo primordial es el cobro.
Se ejerce sobre pagarés y cheques normalmente.
También incluye otros documentos que traen aparejada ejecución y que se encuentren dentro del término de vencimiento.
Desde el momento del emplazamiento, puede el Acreedor señalar bienes para embargo, en caso de que el deudor no quiera o pueda pagar al ser notificado.
El resto de las etapas transcurre más o menos en los mismos tiempos que la vía Ordinaria Mercantil.
Cuando se logra llevar acabo señalamiento de bienes durante la diligencia de emplazamiento, la presión ejercida al deudor es la principal herramienta para lograr el cobro.
Muchas veces, incluso antes de la sentencia logra acordarse con el deudor la forma de pagar, ya que éste se encuentra interesado en levantar el embargo.
Este tipo de procedimiento se utiliza para litigar el cobro de asuntos que no están amparados con pagaré, cheque, o documento que tenga ejecución.
Por ejemplo, los casos en litigio llevan como soporte facturas, contra recibos, remisiones y demás documentos que se estilan en cada industria.
La finalidad es demostrar que existió una relación comercial, y que de ella derivó la deuda.
Al tratarse de asuntos provenientes de ventas a crédito, la mayoría de las veces resulta difícil tipificar asuntos de orden mercantil en el orden penal.
Ocasionalmente hay situaciones muy específicas donde este figura jurídica es viable, y donde la tipificación de un delito es evidente.
La rama Penal es una herramienta útil, y por lo tanto, debemos dejarlo claro y bien establecido de nuevo, en situaciones muy específicas y no como una regla general.
Donde no existe una coerción por parte de la autoridad, sino que actúa como figura mediante el acreedor reclama el pago a su deudor.
En un 95% de los casos en que esta vía es socorrida, se trata sobre todo de un paso previo a la instauración de un Juicio Ordinario Mercantil.
Similarmente en algunos casos se logra ya sea el pago, o bien elevar el juicio a la categoría de Ejecutivo, una vez que el demandado o requerido judicialmente, reconoce su adeudo ante el Juzgado.
